Como advierto en su currÃculum que es licenciado en medicina y especialista en estomatologÃa, es decir, dentista, quiero que me aconseje, porque mi hija duda entre estudiar odontologÃa o medicina. Le agradecerÃa su opinión imparcial.
Manifestar primero de todo que reproduzco esta pregunta porque es la primera vez que me la hacen en Mydent365.com, y de paso aclarar algunas dudas sobre estas profesiones sanitarias que a muchas personas les asaltan.
En primer lugar decirle que en este momento, en el ambito de la odontologia convivimos los médicos especialistas en estomatologÃa, que por cierto, ya somos una especie en extinción, con los licenciados en odontologÃa. Compartimos casi todo, desde las atribuciones profesionales hasta el mismo Colegio profesional (aunque de hecho los estomatólogos si queremos podemos colegiarnos en el de los médicos). Los odontólogos estudian cinco años, y nosotros, tras los seis de medicina, realizábamos una especialidad a la que accedÃamos por examen tipo Mir para hacer dos años más de estomatologÃa.
La carrera de medicina por su parte se estructura en seis años, y hay que decir que una vez terminada, hay que acreditarse como especialista tras hacer un examen tipo Mir para acceder a la especialidad correspondiente, o conseguir la acreditación como médico de familia, que no sé cómo se realiza exactamente en este momento, la verdad. En la Universidad Literaria de Valencia, por ejemplo, que es magnÃfica y en la que yo me formé, los primeros cursos son comunes a medicina y odontologÃa, o al menos comparten cuatrimestrales. Lo comento porque es factible en algunas universidades el traslado de medicina a odontologÃa y viceversa, asunto no baladÃ, porque de hecho, muchos estudiantes se cambian de licenciatura mientras las van realizando.
Respecto a mi opinión sobre unos estudios u otros, el panorama es el siguiente, en odontologÃa a dÃa de hoy hay una plétora de profesionales. La salida normal es al paro, ya que además, la posibilidad de abrir una consulta privada ahora mismo es casi suicida y es importante coger mucha práctica con un buen profesional antes de aventurarse por los procelosos mares de esta profesión de dentista. En el caso de que tenga su hija posibilidad de trabajo en una clÃnica, deberÃa valorarlo antes de ponerse a estudiar odontologÃa, ya que se puso de moda hace unos años y hay demasiados profesionales, a los que además engañan (a ellos y a sus padres, con muy costosos másters que en mi opinión no sirven para mucho, más bien para nada).
La posibilidad de estudiar medicina es delicada tambien, sobre todo (y siempre en mi muy particular opinión, que para eso me la pide), en el caso de una mujer, porque si empezamos a sumar a ños, son seis de carrera, al menos uno para preparar el Mir y entre cuatro o cinco de especialidad cobrando para pagar el alquiler y comer, nada más. Nos plantamos con nuestra criatura, que empieza con 18 añitos, los padres soltando dinero y ella con ilusión trabajando duro en los estudios, que a los 29 o 30 años tenemos a nuestra niña haciendo sustituciones o realizando periodos cortos de trabajo por diferentes hospitales, sin ninguna clase de estabilidad. En ese momento además se plantea la opción de irse a Suiza a trabajar, donde la van a tratar fatal, pero al menos ganará un sueldo digno. Es posible que piense que se trata de una visión un tanto desoladora, pero ayer mismo en el tablón de anuncios de mi Colegio de Médicos, un compañero de Galicia, por cierto con familia numerosa y deudas hasta arriba, nos comentaba que se habÃa ido a Suiza y estaba trabajando y ganando un buen sueldo de especialista, que es lo que és . Claro, su familia en España y él cada dos semanas tenÃa la posibilidad  de coger el avión para estar unos dÃas con sus niños y su esposa.
Resumiendo, después de esta perorata en tonos grises: le recomiendo que estudie cualquiera de las dos cosas si lo tiene muy claro, vamos, que es su profesión porque lo siente asÃ. En caso contrario, estudiar odontologÃa sin tener la posibilidad segura de aprender y o trabajar en una clÃnica ya funcionando es desaconsejable del todo. Por otra parte, ser mujer y estudiar medicina lo encuentro muy desfavorable, porque es posible que tenga que sacrificar su vida familiar y personal por una profesión que no le va a devolver el esfuerzo, la entrega y la responsabilidad enormes que se le van a exigir.
Para terminar, le voy a contar lo que mi maestro dentista, el Dr. Chimizu (nombre cariñoso que yo le pongo), hace cuando va al cine. Se aposta a la salida de la sala donde quiere entrar y pregunta a los espectadores su opinión sobre la pelÃcula en cuestión. La primera vez que fui testigo me dio una vergüenza enorme, pero me dà cuenta que era lo más inteligente, y ahora yo tambien lo hago las pocas veces que voy al cine. Le propongo pues que aplique esa técnica, que la denominaremos del Dr. Chimizu, para preguntar a los odontólogos recién terminados y tambien a los médicos y a los especialistas ya con su tÃtulo su opinión, opinión desinteresada que le darán con sumo agrado, de la misma manera que yo lo estoy haciendo.
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